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La conferencia del mañana: Más allá de la conferencia de 60 minutos

Todos conocemos la conferencia tradicional de hace años. Un profesor entraba en el aula, se ponía de pie frente a una audiencia de estudiantes, tal vez en un atril o frente a una pizarra blanca, y procedía a instruir -hablando con los estudiantes y presentando información durante una clase completa de 60 minutos.

Pero eso ha cambiado drásticamente en los últimos dos años. Gracias a la rápida expansión y adopción de la tecnología en el aula y de las herramientas digitales de fácil uso, la tradicional clase de 60 minutos ha evolucionado radicalmente. Los profesores utilizan ahora estas nuevas herramientas para aprovechar las ventajas del aprendizaje virtual, hacer que el aprendizaje en el aula sea más interactivo e implicar más profundamente a los estudiantes tanto dentro como fuera del aula.

La evolución de la enseñanza y el aprendizaje

Todavía hay lugar para una conferencia tradicional de vez en cuando. Pero los modelos de enseñanza y aprendizaje han evolucionado. La tradicional conferencia del "sabio en el escenario" de pie frente a la sala es ya no es el único camino

El aumento del uso de las grabaciones de las clases, las aulas invertidas y las tecnologías interactivas comenzó mucho antes del brote de COVID-19.  Sin embargo, el rápido despliegue de hardware y software de audio y vídeo de fácil uso ha transformado el panorama del aprendizaje. El profesorado dispone de nuevas herramientas que le permiten mejorar los resultados del aprendizaje, y los estudiantes tienen nuevas expectativas sobre su forma de aprender.

Mientras que virtual, híbrido y asíncrono formas de enseñanza y aprendizaje se impusieron a los instructores sin previo aviso en 2020, los instructores han descubierto ahora que hay formas nuevas y complementarias de hacer participar a los estudiantes más allá de la conferencia básica de 60 minutos de pie y de entrega.

Ahora vemos cursos que incluyen oportunidades de aprendizaje asíncrono, contenido en vídeo, elementos interactivos como las encuestas, los cuestionarios y las tareas en vídeo, y las experiencias virtuales que conectan digitalmente a los estudiantes con los ponentes invitados y los lugares ampliados. En muchos casos, estos métodos se combinan con actividades de grupo altamente interactivas y colaborativas cuando los alumnos se reúnen en persona. Estos métodos van más allá de la tradicional conferencia de 60 minutos para llegar a los alumnos allí donde están y comprometerlos más profundamente.  

Por qué la conferencia tradicional ya no es la forma más eficaz de enseñar

Hay una serie de razones por las que la conferencia tradicional ya no es el método de enseñanza más eficaz.

  1. No es flexible para la era del aprendizaje a distancia e híbrido. Hemos entrado en una época en la que las escuelas -incluyendo la administración, los instructores y los estudiantes- deben estar preparadas y ser capaces de adaptarse para preservar la continuidad de la educación cuando se interrumpe la enseñanza presencial.
  2. No es lo que la Generación Z quiere de la escuelao cómo aprenden mejor. Esta generación de estudiantes es conocedora de la tecnología, depende del móvil, está comprometida con sus responsabilidades laborales y familiares, y está deseosa de participar plenamente en su educación. Si están enfermos durante cuatro días (olvídate de la COVID-19, estamos hablando de la "tos del dormitorio"), los estudiantes ahora suelen esperar poder unirse a la clase a distancia o ver vídeo asíncrono para ponerse al día con lo que se han perdido. Además, es bien sabido que la gente olvidan hasta el 70% de la información nueva en 24 horas, un reto que puede superarse con el microaprendizaje, o dividiendo el plan de estudios en trozos más pequeños. Los claustros y grupos de estudiantes se manifiestan a favor de las opciones virtuales que mejor atienden a estas necesidades.
  3. No es muy accesible. Ya sea por enfermedad, por las inclemencias del tiempo o por obligaciones laborales o familiares, no siempre es posible que los alumnos (o, en raras ocasiones, el instructor) asistan a las clases en persona. Es necesario disponer de otras formas de enseñanza y aprendizaje para que todos los estudiantes tienen acceso a su educación.
  4. No utiliza la tecnología moderna para profundizar. Vivimos en una época en la que la tecnología nos da oportunidades para profundizar en la educación y hacer nuevas conexiones en nuevos medios. Las clases tradicionales se limitan a la comunicación unidireccional y a los límites del aula física. La tecnología de vídeo, en cambio, atrae a los alumnos al tema con elementos interactivos y va más allá del aula para conectar a los alumnos con nueva información, elementos visuales, personas y lugares.
  5. Muchas personas aprenden participando, no sólo escuchando. Las clases tradicionales sólo atraen a un tipo específico de estilo de aprendizaje. En las aulas de hoy, hay alumnos que aprenden más visualmente o socialmente, que tienen problemas de aprendizaje o ciertas condiciones médicas, o que no utilizan el inglés como lengua materna. Para estos alumnos, escuchar a un profesor hablar puede no ser la forma más eficaz de absorber y comprender la información. Ofrecer diferentes opciones permite a los alumnos aprender de una manera que se ajuste a sus necesidades.
  6. El contenido está en todas partes. Ahora la gente puede acceder a conferencias académicas en Youtube, podcasts y otras fuentes de forma gratuita. Aunque algunas escuelas ofrecen acceso a investigadores pioneros cuyo contenido no puede reproducirse en estos canales, muchos estudiantes no se dan cuenta de ello. Para seguir siendo relevantes y aportar valor, las escuelas tienen que diferenciarse de estas fuentes de información y ofrecer oportunidades para profundizar.

Cómo las escuelas han superado la conferencia de 60 minutos y hacia dónde se dirige la conferencia del mañana

Este movimiento de alejamiento de la conferencia tradicional ya ha comenzado. Aunque la pandemia provocó una aceleración de este cambio, la evolución continúa. Los educadores y los estudiantes han experimentado el poder de formas más flexibles, accesibles y equitativas de enseñar y aprender. Y no hay vuelta atrás.

Ahora vemos aulas invertidas se está convirtiendo en la norma de muchos cursos. Los instructores y los alumnos han experimentado el poderoso impacto de utilizar el valioso tiempo de clase para el debate y las actividades interactivas, en lugar de para una conferencia tradicional. Ahora, los alumnos ven contenidos de vídeo para aprender nuevo material fuera del aula y luego participan en un debate o proyecto interactivo durante el tiempo de clase. Este modelo aprovecha al máximo el tiempo de la clase y ofrece la oportunidad de reforzar los conceptos de una forma muy atractiva.

Los instructores han creado nuevos modelos combinando el aprendizaje asíncrono, los contenidos de vídeo, los elementos interactivos y las experiencias virtuales, con la enseñanza ocasional de tipo conferencia. Proporcionan a los estudiantes diferentes opciones para aprender y repasar el material, así como para presentar tareas, pruebas y evaluaciones. Los alumnos, por ejemplo, pueden presentar una reflexión en vídeo en lugar de una pequeña redacción, o demostrar su dominio de un concepto de forma interactiva en lugar de una prueba escrita. Esta ampliación es especialmente útil para aprendizaje por competencias donde son necesarias las demostraciones visuales, los ejemplos de la vida real y las evaluaciones clínicas o prácticas.

Aunque estos casos ponen de manifiesto formas creativas de enseñar y aprender, no son raros. Más bien, se están convirtiendo en la nueva normalidad, en la línea de base para hacer participar a los alumnos de forma eficaz. Este cambio está ocurriendo ahora, así que si tu escuela no está evolucionando con él, puede que ya estés atrasada.

La conferencia tradicional ya no es el método principal para enseñar y atraer a los estudiantes. Los educadores tienen nuevas formas de instruir y conectar con los alumnos, para profundizar en su compromiso y ampliar sus perspectivas. Los profesores van más allá de la conferencia de 60 minutos y hacen evolucionar la experiencia educativa para que sea más accesible, relevante y atractiva.

 

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